Lass vacaciones son el momento más esperado por todos y la playa es uno de los destinos favoritos de muchas personas. Relajarnos y poder desconectarnos de nuestras rutinas son algunas de las cosas que buscamos en esta temporada; sin embargo, es importante tomar las precauciones adecuadas para que los rayos UV del sol no sean perjudiciales para nuestra piel.
A continuación, te dejo 10 TIPS para proteger tu piel y mantenerla sana, radiante y libre de daños
Exponernos directamente a los rayos del sol puede tener efectos dañinos en la piel, por eso el bloqueador es un elemento esencial en tu rutina de cuidado de la piel, especialmente durante las vacaciones
Aplicalo por lo menos 20 minutos antes de exponerte al sol y elegí el que sea de amplio espectro, con un FPS mayor a 30 (te recomiendo por lo menos de 50)
No olvides reaplicarlo cada 2 horas o con más frecuencia si estás nadando o sudando abundantemente.
La hidratación es fundamental para mantener la sanidad de tu piel en cualquier momento.
La falta de la misma puede generar la sequedad de la piel y otros tipos de problemas para tu salud, así que mientras estés disfrutando del sol tené siempre una botella con agua para mantenerte hidratada y ayudar a que tu piel permanezca humectada y tersa.
Tomar líquidos constantemente, entre 1 y 2 litros de agua al día, es igual de importante para sentirte bien por dentro y por fuera
No hay nada peor al volver de la playa y ponerte tu ropa de verano favorita, que ver tu piel llena de picaduras de mosquitos o cualquier otro insecto con el que te hayas cruzado en las vacaciones.
Además muchos de ellos pueden transmitir todo tipo de enfermedades, cuyos síntomas no son nada agradables, así que asegurate de tener siempre a mano un repelente.
Las altas temperaturas del verano, provocan sudoración y exceso de grasa que al combinarse con un maquillaje pesado puede obstruir los poros, evitando que la piel respire adecuadamente.
En modo vacaciones es común que nos olvidemos un par de pasos o nuestra rutina de limpieza completa, por tanto, los poros de la piel pueden obstruirse causando impurezas o granos.
Mantener la rutina durante esos días te va a asegurar disfrutar de un cutis sano y radiante al regresar, así que no olvides lavar tu rostro durante la mañana, también antes de dormir y asegurate de usar una crema hidratante después.
Utiliza productos suaves que no irriten y que eliminen la suciedad acumulada y la grasa, y además hidrátala con cremas cremas ligeras acorde a esta época.
La clave para lograr una piel saludable ¡también está en tu dieta!
Comer alimentos ricos en betacarotenos como zanahorias, banana, o mango es una gran opción, ya que poseen altos niveles de antioxidantes que controlan el daño de los radicales libres y, además, activan la producción de melanina.
Es muy importante que logres mantener un equilibrio al momento de exponerte al sol. Busca sombra especialmente durante las horas pico, que generalmente son entre las 10 y las 16.
No te olvides que aunque estes a la sombra, es muy importante que sigas usando tu protector solar
El protector solar no es suficiente. La elección de la ropa adecuada puede marcar la diferencia en la protección de tu piel durante las vacaciones. Utilizá elementos de protección como sombreros, gorras, sombrillas y anteojos de sol para tu cuerpo y cara.
Los colores claros van a ser tus mejores aliados, te van a protegerte de los rayos del sol sin aportar más calor.
Después de que tu piel estuvo al aire libre en las vacaciones, tenés que limpiarla a profundidad para retirar las impurezas que obstruyen los poros, y también aplicar un post solar.
Estos generalmente contienen agentes calmantes y reparadores (como caléndula, aloe vera y vitaminas) y vienen en formato de gel, crema o loción.
Utilizalos todos los días después de haber estado al sol y emplea después un hidratante y un protector solar.
Y no te olvides de visitar a tu cosmiatra de confianza, al retornar de tus vacaciones.
Previamente a comenzar tus vacaciones, colocate frente a un espejo, y observa a detalle cada parte de tu piel y volvé a realizar lo mismo cuando ya estés de regreso.
Esto te va a permitir ver si surgió alguna irritación, manchas nuevas, lunares o un cambio de textura que antes no tenías. Ante cualquier situación, visitá a tu dermatólogo de confianza.