La Box “Mamá Ritualista + Gua sha” ofrece todo lo necesario para un ritual completo de bienestar.
Es una experiencia única pensada para regalar un momento de autocuidado profundo. Quien la reciba podrá sumergirse en un ritual que invita a relajarse, conectarse con su bienestar y disfrutar de un espacio solo para ella.
Está experiencia comienza intensionando el momento con el aroma especial del sahumerio, que prepara el ambiente perfecto para la relajación. Luego, el masaje facial con técnicas avanzadas y el uso del aceite de jojoba facilitan la hidratación y revitalización de la piel. Con la toalla facial, el rostro se prepara para absorber mejor los productos, completando una experiencia sensorial y restauradora.
El ritual se cierra con una taza de té que invita a disfrutar del momento y un bálsamo labial que aporta hidratación y suavidad. Más que un regalo, Mamá Ritualista ofrece la posibilidad de vivir un momento personal y transformador, ideal para desconectar del día a día y volver a lo esencial.
A continuación, te contamos todo lo que trae para este momento especial de auto cuidado.
Tutorial completo de masaje facial manual.
Este masaje incluye técnicas avanzadas que no solo ayudan a relajar la piel, sino que también revitalizan las estructuras internas del rostro:
- Técnicas de elongación: Relajan los músculos faciales y mejoran la circulación sanguínea, aportando oxígeno y nutrientes a la piel, lo que se traduce en un aspecto más saludable y descansado.
- Respiración consciente: Cada técnica está acompañada por una respiración profunda, que activa el sistema nervioso parasimpático, promoviendo un estado de calma profunda y bienestar general.
- Liberación de fascias: Esta técnica trabaja las capas profundas del tejido conectivo, ayudando a suavizar las líneas de expresión y liberando tensiones acumuladas que a menudo generan rigidez en el rostro.
- Técnicas de lifting natural: Estimulan los músculos que tienden a aflojarse con el tiempo, especialmente en áreas como los pómulos, el contorno de los ojos y el cuello. El masaje ayuda a devolver la firmeza y definición al rostro, generando un efecto de "lifting" sin necesidad de intervenciones invasivas. A su vez, la estimulación del drenaje linfático contribuye a reducir la hinchazón y a mejorar el contorno facial, devolviendo frescura y vitalidad.
2. Aceite facial de jojoba:
El aceite de jojoba es el aliado ideal para acompañar este masaje. Gracias a su composición similar al sebo natural de la piel, equilibra la producción de grasa y mantiene la hidratación. Facilita los movimientos del masaje, permitiendo que cada técnica se deslice suavemente sobre la piel mientras la nutre en profundidad.
3. Sahumerio
El sahumerio está incluido para crear un entorno de relajación plena. Su aroma contribuye a conectar más profundamente con el momento del ritual, calmando la mente y los sentidos. Es ideal para preparar el espacio antes de iniciar el masaje.
4. Delicioso Té:
El té ha sido elegido para acompañar este momento especial. Además de sus propiedades antioxidantes, favorece la relajación y ofrece una pausa para disfrutar mientras se realiza el ritual. Ayuda a conectar con el interior, cuidando tanto el cuerpo como el bienestar emocional.
5. Chocolates para degustar:
Una pequeña pausa para disfrutar algo dulce que activa los sentidos. El chocolate, además de ser un placer para el paladar, libera endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad. Esta incorporación invita a disfrutar plenamente del ritual, conectando el bienestar físico con un momento de disfrute consciente, donde el autocuidado se transforma en una experiencia multisensorial.
6. Toalla facial
La toalla facial es fundamental para secar la piel después del masaje o para utilizar la técnica de toallas calientes al inicio. Al aplicar una toalla tibia sobre el rostro, los poros se abren y la piel queda más receptiva a los beneficios del masaje, maximizando la absorción de los productos.
7. Bálsamo de labios
El cuidado de los labios es esencial para completar este ritual. El bálsamo proporciona hidratación y protección, dejando los labios suaves y nutridos, listos para enfrentar cualquier clima o circunstancia.
